Además de las máquinas de llenado y embalaje, Krones también suministró en esta ocasión los sistemas de filtración de vino y de limpieza, por lo cual todo el equipo proviene realmente de una sola fuente.
Durante exactamente 20 años, la antigua línea combinada de llenado de envases de vidrio no retornables y retornables de Krones estuvo funcionando en Winzer Krems, y cumplió perfectamente con su trabajo. Ahora el productor austríaco de vino ha instalado una nueva línea de botellas de vidrio no retornables, también de Krones.
Fuerte en exportaciones
La dirección “Sandgrube 13” en Krems a orillas del Danubio es para todos los amantes del vino en Austria (y más allá) el epítome de una cultura del vino de alto nivel. Especialmente el vino Grüner Veltliner, genérico de la Baja Austria, es considerado un sinónimo de calidad y una garantía de un excelente vino bajo esta denominación de origen. Winzer Krems cuenta con el respaldo de una cooperativa de productores de vino, que cuenta con casi dos mil años de historia vitivinícola en la región. La zona de producción, con unas 1.200 hectáreas de tierras cultivadas, está situada a unos 80 kilómetros al oeste de Viena, en el valle del Danubio, a la entrada del valle de Wachau, uno de los paisajes fluviales más hermosos de Europa.
La principal variedad de uva es Grüner Veltliner, que representa alrededor del 60 por ciento de la producción total anual de unos siete millones de litros. Alrededor de una décima parte son otros tipos de vino blanco, especialmente Riesling, y el 30 por ciento se cultivan como uvas negras para vinos tintos, sobre todo la uva Blauer Zweigelt. “La demanda de vino tinto aumenta constantemente. Nuestra suerte: debido al cambio climático, el cultivo de uvas negras es cada vez más atractivo en nuestra región”, explica el administrador delegado Ludwig Holzer. “El toque afrutado de nuestros vinos es muy bien recibido por el mercado”.
La cooperativa de productores de la Baja Austria realiza sus principales negocios en el extranjero. La cuota de exportación ha aumentado considerablemente en los últimos años y ahora asciende al 60 por ciento. Winzer Krems suministra vino a 25 países, con Alemania claramente encabezando la lista. En el mercado nacional, la mitad de las ventas se destinan al sector gastronómico, y la disminución debido a la covid-19 en los dos últimos años fue compensada por las mayores cifras de exportación, con nuevos clientes en Australia, Japón y Corea del Sur, por ejemplo. Y ahora que las cifras del comercio se estancan debido a la inflación, esto a su vez lo compensa la reactivación de la gastronomía.
El éxito reside en los detalles (del proceso)
Desde 2019 Winzer Krems está modernizando su producción: la bodega de fermentación y maduración con capacidad para 6,5 millones de litros, el embotellado de vino y la bodega de botellas. “Una inversión de unos 37 millones de euros con una facturación anual de unos 30 millones de euros, son palabras mayores”, afirma el administrador delegado Ludwig Holzer. Sobre todo porque en primer lugar los 800 viticultores miembros y, por tanto, copropietarios, tuvieron que ser convencidos, ya que por supuesto tienen voz y voto en estas decisiones. “Esto requiere una gran confianza mutua”, enfatiza Holzer. “En todas las decisiones, tenemos que mirar el panorama general: los viticultores y los socios por un lado, distribución y ventas por otro lado y como eslabón intermedio entre ambos la tecnología en la bodega y en el embotellado. Y aquí era simplemente donde se necesitaba invertir en el futuro”.
Pero no solo en la toma de decisiones la forma social de la cooperativa de viticultores plantea a veces problemas. Siendo una empresa a gran escala, siempre existe cierto escepticismo entre los consumidores. “Debemos hacer mucho más para garantizar la calidad de nuestros vinos y así destacar positivamente en el mercado”. Por esta razón, Winzer Krems, por ejemplo, se basa en una planificación extremadamente bien organizada para el momento óptimo de la cosecha en cada viñedo individual, y luego separa completamente las diferentes variedades y ubicaciones, utiliza el proceso de un prensado de racimos enteros, prescindiendo de la maceración, el despalillado y el tiempo de pre-maceración para llevar las uvas recién recogidas lo más rápidamente posible a la prensa, y finalmente, produce sus vinos de forma reductiva y con bajos niveles de oxígeno en la bodega, con un mínimo de clarificación y de adición de azufre. “El resultado de esta producción controlada y natural son vinos afrutados de tonos puros. Porque queremos que sean digeribles y también bien tolerados al beber más de una copa. Y es precisamente esta filosofía la que premian los consumidores”, explica Holzer.
Parte del paquete de inversiones: una línea nueva de llenado
Para la línea nueva, Winzer Krems construyó una nueva nave para el embotellado. Esto tenía la ventaja de que la antigua línea solo debió ser puesta fuera de servicio y desmantelada después de la puesta en marcha de la nueva línea, por lo que la producción nunca se detuvo.
La nueva línea de vino fue puesta en funcionamiento en febrero de 2022 y alcanza un rendimiento de 15.000 botellas por hora al llenar botellas de vidrio no retornables de 0,75 litros, alrededor de un 20 por ciento más que la antigua línea. Sin embargo, el aumento de la capacidad no fue realmente el objetivo principal, sino más bien un aumento adicional de la calidad. Winzer Krems también valoró mucho la sostenibilidad: al igual que la bodega, la nueva línea de embotellado es alimentada con energía proveniente de una planta fotovoltaica de 125 kilovatios pico, y el suministro de energía fue cambiado de gas a un sistema de calefacción urbana.
En opinión de Ludwig Holzer, la nueva línea funciona muy bien, con una eficiencia de más del 98 por ciento durante la prueba de recepción. Winzer Krems externalizó el llenado de poca cuantía de botellas retornables. Ahora una producción anual de diez millones de botellas de vidrio no retornables es posible con un solo turno. “Es decir que todavía nos queda capacidad para llenar por encargo para terceros”, explica Ludwig Holzer con un guiño.
La nueva línea en detalle
Llena once formatos de botellas de tamaños entre 0,25 y 1,0 litros y consta de:
- Despaletizadora por empuje Pressant Universal 1N
- Inspeccionadora de botellas vacías Linatronic M
- Un trayecto de transporte con cubierta de acero inoxidable hasta la llenadora
- Bloque de enjuagadora, llenadora y taponadora con enjuagadora Moduljet, llenadora Modulfill HRS, así como taponadora de tapones roscados de aluminio y encorchadora de corchos naturales, incluyendo el aplicador de cápsulas*
- Dispositivo de control Checkmat FM-X para control de nivel de llenado mediante rayos X
- Glideliner
- Secador de envases Linadry
- Etiquetadora Autocol con cuatro dispensadores de etiquetas autoadhesivas
- Dispositivo de control Checkmat E para comprobar la posición correcta de la etiqueta
- Embaladora Variopac Pro W
- Paletizadora Modulpal Pro 2AC
* Gracias a las dos taponadoras, Winzer Krems puede tapar las botellas de vidrio con tapón de rosca largo PVC, con tapón de rosca corto MCA o, en el caso de los vinos de la vinoteca, con corcho natural.